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8 de cada 10 hispanos residentes en Estados Unidos extrañan su país de origen; lo que más añoran son la comida, la familia y las amistades. Uno de los principales temores entre los hispanos no bilingües que llegan a los Estados Unidos es no hablar ingles. Al menos 6 de 10 hispanos les gustaría regresar a su país para culminar su vida.
Si observamos detenidamente estos datos, encontramos en ellos sentimientos de añoranza, miedo y soledad; cuando un hispano decide migrar a Estados Unidos en busca de una mejor calidad de vida para él y su familia, lo hace a base de muchos sacrificios, comenzando por dejar aquello que más valora, la familia y las amistades. Con su decisión, inicia un proceso de adaptación socio cultural que lo acompaña por años, manteniendo tan arraigada su cultura que jamás deja de soñar con su comida típica y escuchar su música autóctona; jamás abandona su deseo de regresar a su patria y comparte con fervor su cultura con las nuevas generaciones.
Una de las decisiones más importante de la vida de un inmigrante esta llena de temores, incertidumbre y grandes retos. Además del deseo de una aventura y la búsqueda de oportunidades, hay una voz interior que nos guía hacía la decisión de dejarlo todo atrás en busca de un nuevo comienzo.
Muchas veces las grandes decisiones son tomadas con base en nuestra voz interior y no necesariamente en un análisis netamente racional del asunto. Siempre recuerdo una profesora de la universidad que nos decía que para tomar decisiones de vida debíamos escucharnos primero a nosotros mismos, antes que a los demás. Explicaba que era como pintar un cuadro. Si le preguntáramos a todo el mundo que color debes ponerle, probablemente el cuadro tendrá tantos colores como opiniones recibas y perderá su esencia, su estilo, su valor.
En este sentido, tu decisión debe estar impregnada del color que tu elijas. No puedes pintar tu vida con los colores de los demás. Las pinceladas estructurales de tu vida son guiadas por tu voz interior.
En mi caso personal cuando decidimos dejar nuestro país, lo decidimos en pareja; sin embargo, no le consultamos a las familias, les informamos; no pedimos opiniones a nuestros amigos, les compartimos nuestra decisión. Y así, confiados en nuestra decisión personal, pintamos de azul como el mar esa nueva etapa de nuestra vida rumbo a Puerto Rico, dejando atrás nuestra amada Colombia e iniciando 20 años de travesías por diferentes Estados.
Tomar una decisión importante de vida debe tener en cuenta que no hay opciones únicas perfectas; tampoco hay una verdad absoluta con respecto a cómo debe procederse. El camino que elijas, constituirá parte de tu experiencia de vida y no responde a las expectativas y aprobación de otros.
En las decisiones de vida lo correcto es relativo. La respuesta correcta dependerá de muchos aspectos; puede depender de tú motivación, la fé, la esperanza, la determinación, la perseverancia; igualmente, de los beneficios, las condiciones, las oportunidades. Creer que la decisión que estas tomando es la mejor para ti y para tu familia, no asegura que sea la mejor opción para todo el mundo, pero si la mejor opción por la cual uno está dispuesta a luchar y obtener lo mejor de la misma.
Cuándo te toca decidir dejar tu país, es una decisión que hará parte de muchas otras de tu experiencia de vida en el exterior. Es una decisión radical, compleja y definitivamente con un componente emocional muy valioso que te acompañará en los años siguientes; por lo cual es muy importante tomar consciencia, que aunque el futuro es incierto, una vez decides que te vas, no habrá vuelta atrás.
Por lo tanto, cuando de tomar este tipo decisiones se trate, recuerda que:
- Debes informarte, pero no depender de lo que otros digan y piensen. Tal vez muchos no abandonarían sus países, si su decisión se basará en la opinión de terceros.
- Escucha tu voz interior; no hay mejor guía que esa sensación inexplicable que te impulsa a tomar el riesgo por incierto que sea el resultado.
- Apóyate en tu núcleo familiar primario para planificar y llevar a cabo el proceso; dos cabezas piensan más que una, ven más oportunidades y se dan apoyo emocional.
- Explora experiencias de otros para usar como referencia; los testimonios de otro te pueden dar luz y dirección en tu proceso; aprovecha cualquier oportunidad que tengas para nutrirte de la experiencia positiva de otros.
- Enfoca tu atención, tu esfuerzo y tus emociones en el futuro que estas por construir y no en lo que estas dejando. El futuro atrae y el pasado detiene; por lo tanto tus pensamientos deben conectarse en lo que esta por venir.
- Confía en ti, tu serás capaz de lograrlo. No te imaginas la cantidad de historias increíbles que he escuchado durante estos 20 años sobre inmigrantes que se abrieron camino en las situaciones más adversas que podamos imaginar.
Cuando tu decisión este tomada, no alcanzas a imaginar la aventura que esta por escribirse en tierras desconocidas…
Sigue mi reflexión sobre el "adios" y "hello" en mi próxima publicación.
Maria Houses
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